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miércoles, 16 de enero de 2013

Disfruta del momento…paso 2: ¿Cómo pensamos?


Pensando, pensando, siempre pensando, nunca paramos de pensar, tanto que a veces nos gustaría tener un interruptor para “desconectar la cabeza” y apagarla como si fuera la televisión, parar de pensar un momento para dejar que la cabeza deje de ser un torbellino de pensamientos que no llevan a ninguna parte, para poder relajarnos un poquito, para poder centrarnos en lo que estamos haciendo, para….no pensar y punto!!

Pero por mucho que pensemos, ¿nos hemos parado a pensar CÓMO PENSAMOS? Pues de eso se trata el paso de hoy, de saber cómo pensamos y qué podemos sacar de ese conocimiento.  



Porque, aunque el proceso de pensar pueda parecer sencillo, en realidad es bastante complejo. Algunos pensamientos surgen como palabras, otros como conceptos, otros en forma de imagen y hasta a veces en forma de sentimiento o sensación. Y luego están aquellos pensamientos son una mezcla de palabras, conceptos, imágenes y/o sensaciones, además de que pueden variar en cuanto a duración, proporción, intensidad…

Y para saber cómo pensamos y tomar conciencia de ello lo primero que tenemos que hacer es buscarnos unos minutitos libres para hacer el siguiente ejercicio:
 
Vamos a relajarnos, ponernos en una posición cómoda y cerrar los ojos. Ahora vamos a intentar tomar conciencia de nuestros pensamientos, vamos a centrar nuestra atención en lo que estamos pensando, pero poniendo más atención a la forma que al contenido. Tenemos que fijarnos en la forma en que se manifiestan esos pensamientos, es decir, a si son palabras, conceptos, imágenes, una mezcla de alguna de esas formas o de todas. Luego vamos a abrir los ojos y repetir el proceso.

¿Habéis notado alguna diferencia entre la forma de los pensamientos cuando lo hemos hecho con los ojos cerrados a cuando lo hemos hecho con ellos abiertos?
 
Yo hice este ejercicio hace unos días y os diré que al principio me costó bastante hacerlo. Así de primeras…pensar en cómo pensaba, me dejó la mente en blanco, o mejor dicho en negro porque había cerrado los ojos. Descubrí que al “poner el ojo”, al dirigir la atención a la mente para que piense cuando quieres que piense y ver cómo piensa (menudo trabalenguas!!) es el mejor “interruptor” para dejar de pensar, ja, ja, ja.

Una vez que la mente empezó a pensar y me centré en cómo estaba pensando más que en qué pensaba, descubrí que con los ojos cerrados mis pensamientos eran más en forma de imágenes que en forma de palabras y que estos pensamientos eran más del tipo de ensoñaciones, deseos, emociones... Sin embargo, cuando abrí los ojos mis pensamientos tenían forma de palabras y eran más del tipo de hechos, planes, problemas y su resolución,…
 
 

Con este ejercicio he descubierto unas cuantas cosas.
 
Una de ellas es que es más que probable que la falta de memoria de la que me quejo tan a menudo, pueda no deberse tanto a mi “mala memoria” como a que al estar siempre pensando en otras cosas no tenga toda mi atención puesta en lo que esté haciendo y, por tanto, no quede registrado en mi cerebro, de ahí que luego no lo recuerde. Y esta lección la he aprendido “a golpes”, ya que últimamente he perdido varias cosas, algunas de las cuales he encontrado tras romperme la cabeza intentando recordar y otras desgraciadamente no, snif, snif. Y es que las he “perdido” porque no estaba pensando en lo que estaba haciendo!!

Por otro lado, a partir de ahora, voy a tomarme todos los días unos momentos para pensar. Unas veces en nada, dejando vagar la mente a ver hacia donde me lleva y qué quiere decirme mi subsconsciente, mi yo, o lo que sea con ello. Y otras con lápiz y papel para pensar en cómo solucionar el problema que tenga en ese momento, hacer planes o….simplemente la lista de la compra!!!. Pues me he dado cuenta que tomándome unos minutos para pensar aprovecho más el tiempo que intentando pensar, decidir, resolver,… las cosas al tiempo que estoy haciendo deporte, trabajando o…haciendo la casa. Porque así ni hago las cosas bien, ni recuerdo haberlas hecho después, ni me acuerdo qué es lo que había decidido hacer o cómo.
 
En resumen, y recordando lo que me decía una profesora que tuve de pequeña: ”un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio”. Algo muy cierto y que deberíamos llevar a otros ámbitos. Por lo cual un lema a seguir a partir de ahora para mí va a ser: “un momento para cada cosa y cada cosa en su momento, es decir, que ….cuando esté haciendo algo voy a centrarme en lo que hago y cuando quiera pensar me voy a parar a pensar, y una vez pensado…ya me pondré a hacerlo cuando llegue su momento.
 
Aunque sé que me va a costar al principio, pues mi cabeza tiende muchas veces a ir por donde quiere y voy a tener que atarla corto al principio para que se acostumbre a centrarse en lo que esté haciendo, porque así disfrutaré del momento. Disfrutaré del momento de hacer cuando toque hacer y disfrutaré del momento de pensar cuando toque pensar.

Y vosotr@s, ¿habéis hecho el ejercicio? ¿cómo habéis pensado? ¿qué conclusiones habéis sacado de ello?
 
Besos!!!



¿Quieres continuar el camino? Ve al paso 3: Cultiva la gratitud

¿Quieres recordar el paso anterior? Ve al paso 1: El Inicio

4 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho esta entrada. Creo que es una buena idea pensar en que pensamos y pocas veces lo hacemos. Al ser conscientes de nuestros pensamientos podemos controlarlos y nos sirve para eliminar los negativos, que nos vienen de repente y se pueden quedar dando vueltas, amargándonos la vida, sin sentido alguno.
    Un saludo.
    María

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    1. Estoy de acuerdo contigo. No se porque mecanismo lis malos pensamientos tienden a enraizarse para hacernos sufrir. Por eso lo mejor es aprender a saber como funciona nuestra mente y asi estar oreparados, para poder pararlos antes de que se hagan con el poder.

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  2. Cierto q muchas veces he sido consciente de estar pensando "¿ein? ¿Qué han dicho? O ¿Qué ha pasado? Y es q estaba viendo una peli y darme cuenta q mi mente por su cuenta ha comenzado a pensar en otras cosas... Y en lugar de ver la peli, lo q hago es mirar la pantalla y no enterarme de nada.

    El ejercicio q propones tengo q hacerlo en fin de semana para encontrar esos minutos de desconexión total q sugieres. Ahora que.... no sé si voy a saber hacerlo pq a mi eso de "dejar la mente en blanco" como q me cuesta.. Pero me parece muy interesante... A ver si lo consigo y te cuento.
    Bss

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    1. Hazlo. Ya veras que luego, como yo ahora, te buscaras unos minutos al dia para dejar la mente en blanco o vagando mientras te tomas un te o para centrarte en un pensamiento que te ronde con cuaderno en mano para anotar

      Ya me diras ;-)

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