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miércoles, 17 de julio de 2013

Disfruta del momento… paso 23: Sesión de observación del barrio o…¡saquemos a la portera que todos llevamos dentro!

 


Muy buenas!!
 
El paso de hoy es de lo más facilito y… de lo más divertido!!
Porque, ¿quién no lleva dentro una “portera”? ¿ein?
Pues así como en su día dejamos salir a nuestr@ niñ@ interior a jugar (aquíhoy sacamos a cotillear a nuestr@ porte@ interior, je, je, je.
Ya os he comentado más de una vez que yo voy por la vida con anteojeras como los burros y que voy tan metida en mi mundo y en mis cosas que muchas veces (bueeeeeno, la gran mayoría) ni veo por donde voy ni veo a la gente con la que me cruzo y, por tanto, me pierdo gran parte de la realidad que me  rodea.

Y el paso de hoy consiste en eso, en que mire a mi alrededor y vea todo eso que me estoy perdiendo, en que saque a la superficie mi curiosidad innata y me interese por aquello que me rodea, ya que nunca se sabe lo que puedo descubrir.
El ejercicio práctico consiste en buscar un lugar cerca de nuestra casa donde podamos pasar un rato tranquilo (unos 20 minutos mínimo) observando lo que pasa a nuestro alrededor, centrando nuestra atención en aquello que llame nuestra curiosidad, en cosas que normalmente no vemos porque “no miramos”. Además, hemos de tener puesta parte de nuestra atención en nosotros mismos para ser conscientes de qué sentimientos o sensaciones provocan en nosotros aquello que estamos observando.
 
Lo bueno de que este paso haya caído en esta época del año es que el verano es muy propicio para estar en lugares como la piscina, la playa, el chiringuito o la terracita de turno en los que podamos estar tranquilos y dedicarnos a esta tarea de observación (cotilleo lo llamaría yo, je, je, je).
Yo reconozco que aunque soy de las que suele ir por ahí sin enterarse de lo que me rodea, sí que también me gusta cuando estoy tumbada en la piscina y me he cansado de leer mi libro, levantar la mirada y observar todo lo que me rodea, o sentarme en el chiringuito de la playa con mi jarrita de cerveza fresquita, una buena compañía al lado y… “¿has visto a esos?”, “pues anda que aquel lo que está haciendo”, “Y… ¿qué me dices de….?”
Sí, lo reconozco, tanto sola o en compañía me dedico de vez en cuando a observar la fauna humana y sus costumbres. Y no digo aquello de fauna en tono peyorativo, ¡nada más lejos de mi intención! Lo digo porque pese a que pertenezcamos todos a la misma raza, hay veces que parecemos de especies distintas, y es asombroso y muy interesante observar “desde fuera” a la gente, cómo se mueve, cómo viste, qué hacen, cómo reaccionan.
Porque observando a los demás, descubrimos que … “¡anda yo también hago eso! Ups…no tengo que volver a hacerlo”. O… “¡¡jamás en la vida me comportaría así!!” Y, por qué ¿no?, también se puede da el caso de… “Eso lo tengo que hacer” o…”Cómo me gusta aquello”.
No sé vosotr@s pero si es con buenas intenciones, el sacar a nuestr@ porter@ a cotillear de vez en cuando es una experiencia bastante gratificante siempre y cuando se haga con buenas intenciones, se aprende mucho y nos conecta con la realidad que nos rodea y a la cual pertenecemos.
Y… lo reconozco: ¡Se Disfruta BASTANTE el Momento! Ja, ja, ja.
No dejéis de contarme vuestra experiencia con este paso para que lo Disfrutemos todos: ¿cuál es vuestro puesto de observación?, ¿os gusta “observar” solos o en compañía?
Besazos!!


¿Quieres continuar el camino? Ve al paso 24: Practica idiomas, ¡comunícate!

¿Quieres recordar el paso anterior? Ve al paso 22: Paros voluntarios
 
 
 


 

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