Y continuamos con el mundo de los sueños,
aunque esta vez nos quedamos a sus puertas, en sus límites. Hoy toca ver qué
pasa en ese estado de duermevela, en el que no estamos plenamente en el mundo
real pero tampoco estamos por completo en el mundo onírico.
Pero claro, si ya os conté el último día
que me era muy difícil condicionar missueños porque mi subconsciente tiene personalidad
propia y no se deja influenciar por nada ni nadie, ¡y menos por mí!
Así que con el estado de duermevela no iba a ser diferente y, por ello, este paso…
Pero como siempre ya estoy adelantando
acontecimientos, y las cosas tienen un orden lógico que hay que seguir. Y lo
primero de todo es contaros de qué va el paso de hoy.
Por término medio, pasamos 2/3 de nuestra
vida despiertos y 1/3 durmiendo. Estando dormidos (se supone que) no somos
conscientes de nada ni controlamos lo que pasa en el mundo onírico, mientras
que estando despiertos hay veces que somos conscientes de lo que nos rodea y
otra veces… Bueno otras veces vamos por la vida como autómatas y por eso, para estar
conectados con el Presente y, por tanto, poder Disfrutarlo plenamente estamos
dando estos pasos.
Pero, ¿qué pasa en ese estado intermedio de
duermevela, en el que no estamos completamente despiertos, pero tampoco estamos
completamente dormidos?
Pues de eso se trata del paso de hoy, de que
prestemos atención a lo que pensamos, sentimos, … justo antes de quedarnos
dormidos o recién despertados. ¿Son imágenes? ¿Son pensamientos lógicos? ¿Son
divagaciones? Además, debemos de intentar recordarlo todo para ver si lo que
nos pasa/sentimos a lo largo del día tiene alguna relación con ello.
Bueno, hasta aquí la teoría del paso de
hoy.
Y ahora lo que os decía de que este paso …
1)
Prestar atención a lo que nos pasa justo antes de quedarnos dormidos.
A ver, el estado de duermevela se caracteriza por una relajación del estado de
consciencia para ir entrando gradualmente (salvo para los que caen directamente
inconscientes en la cama) en la inconsciencia del sueño.
Así que SI intento mantener aunque sólo sea
una mínima parte de mi consciencia alerta a lo que estoy sintiendo al quedarme
dormida, ENTONCES no sólo no me puedo relajar sino todo lo contrario, al
sentirme observada por mí misma me
pongo nerviosa y lo único que consigo es DESVELARME!!
2)
Prestar a tención a lo que nos pasa justo recién despertados.
Yo recién despertada, sobre todo entre
semana, NO SIENTO NI PADEZCO. Directamente soy un trozo de carne que se mueve
por inercia. Vamos con deciros que me dejo todo, TODITO, todo preparado la
noche anterior: desayuno, ropa, tupper, mochila del gym… para no tener que
pensar absolutamente nada. Vamos que si se me ha olvidado algo y lo recuerdo
estando ya en la cama, me levanto para hacerlo o ponerlo a mano, porque sé que
si lo dejo para cuando me levante… se quedará sin hacer, coger o de lo que se
trate.
Y los fines de semana que ya tengo un
poquitito más de tiempo para remolonear. Pues eso, para RE-MO-LO-NE-AR. O sea, quedarme a gustito en la camita. Vamos, que
ni pensar pienso en: “¿me levanto?”.
Dejo al cuerpo que decida por sí mismo cuándo hacerlo.
Así que lo mismo que antes de dormirme, si
ya empiezo a observarme, qué siento,
qué no, qué pienso… pues a la porra el estar
a gusto, ¿no?
Conclusión: No entiendo qué tiene que ver el “forzarme” a ser consciente del Presente en
un momento que es para dejarse llevar hacia la inconsciencia o para volver a la
consciencia lo más relajadamente posible, con Disfrutar del Momento.
En fin, a ver si en el próximo paso dejamos
el mundo de los sueños y todo lo relacionado con él, que ya habéis visto que es
un tema que me toca la fibra sensible, y volvemos a centrarnos en el tema: Disfrutar del Momento Presente.
Besazos!!
¿Quieres recordar el paso
anterior? Ve al paso 40: Intentacondicionar tus sueños
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