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domingo, 9 de febrero de 2014

Miss Labores… de bolillos: Pañuelo de Novia (6)… fast forward



 
 
Ya sé que el último día os prometí que os iba a explicar cómo se hacen los torchones, pero es que he visto que con las explicaciones me estaba retrasando en enseñaros cómo iba avanzando la labor y puesto que el propósito número 9 de mis  14 propósitos para 2014 consiste en terminar el Pañuelo de Novia

Así que para “auto-motivarme” he pensado que si os enseñaba cómo ha ido avanzando el Pañuelo de Novia día a día y hasta el día de hoy… al quedarme sin avances de labor para seguir explicándoos cositas pues… ¡no me quedaría más remedio que seguir avanzando!
Y es que hay épocas/estaciones en las que me apetece menos hacer una labor o una actividad o … que otras. Y por experiencia ya sabemos que si dejamos algo a medias, hay un 99% de probabilidades de que se quede ahí por lo siglos de los siglos.
Vamos sin ir más lejos el abanico, que os enseñé el año pasado, lo cogí y lo abandoné tantas veces que tardé más de 5 años en terminarlo y… ¡me niego a que se repita!, je, je, je.
O sea, lo dicho, que para motivarme como para seguir enseñándoos tengo que “generar” más material, pues…
A enseñaros todo lo que he avanzado con el Pañuelo de Novia, día a día o, mejor dicho, domingo a domingo por la tarde.
Como veis el 9º día llegué hasta el extremo derecho de la labor.
Así que el 10º día tuve que añadir bolillos, ¿por dónde?
 
Premio para la que haya respondido por el lado izquierdo, je, je, je.
Además, como habéis visto, ya llegué a un punto en el que ya están colgados todos los bolillos de la labor. Unos doscientos y pico bolillos!!
Y también empecé el camino interior, que ya os contaré cómo se hace.
Después, seguí avanzando día a día siempre deste la izquierda, sin prisa pero sin pausa, hasta terminar con el extremo corto del primer cuarto del Pañuelo de Novia.
Eso sí, de vez en cuando una se despista y se equivoca y … ve que no le cuadra la labor: en algún momento faltan o sobran bolillos y…¡eso no debería de pasar!

¿Qué hacer cuando nos equivocamos haciendo encaje de bolillos?

Pues tenemos tres opciones:
1)     Si es un fallito en el que os hemos confundido con una vuelta o una cruz cuando no tocaba y no afecta mucho a la labor, pues como decía mi profesora y que había aprendido de las monjas que le enseñaron: se deja el fallito como prueba de que como humanos que somos no somos perfectos. Y ese es el encanto de las labores hechas a mano, el que son únicas pues no hay dos iguales.
2)    Si es un fallo algo más importante como es que sobren o nos faltan bolillos, podemos:
a.     Deshacer lo hecho hasta el punto donde se cometió el fallo. Esta es una de las peores partes de toda labor, deshacer. ¡Da una rabia!
b.    Si el fallo se remonta tan atrás en la labor que hay que deshacer lo hecho durante horas y horas, podremos… añadir un par de bolillos allí donde haga falta y cortar el par de bolillos que nos sobre allí donde sobre.
Tened en cuenta de que en todo momento estamos trabajando por el revés de la labor, así que no se notará nada si lo hemos hecho bien y con cuidado.
Yo en este caso, como había cometido el error al principio del trozo de punto de tejido que acababa de hacer esa misma tarde, pues… me armé de paciencia, deshice hasta donde había cometido el fallo y volví a hacerlo bien. GRRRR.
El resto de los días todo fue darle a los bolillos y avanzar…
Porque llegaba uno de mis trozos favoritos. Ya sabéis… aquel en el que toca hacer el Punto de la Virgen.
 
Y así es como está la labor a día de hoy. A puntito de llegar a la esquina, de terminar el lado largo del primer cuarto del pañuelo y de girar el mundillo para seguir bajando.
O sea, que si las matemáticas no me fallan… ¡me quedan 3/4 de Pañuelo de Novia para terminarlo en 2014!
¡¡Animo Isa!! ja, ja, ja.
Y el próximo día, ya sí que sí, os explico cómo se hacen los torchones J
Besazos!!
 


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