Pese a que el Club de Lectura había sido una de las secciones que había abandonado en esta nueva etapa del blog, no me he podido resistir a retomarla tras haber terminado de leer el que ha sido mi séptimo libro de 2015: “Las uvas de la ira” de John Steinbeck.
Y es que la lectura es una de las grandes pasiones de mi vida, me ha acompañado en los momentos buenos y, sobre todo, en los momentos malos; por ello, aunque sea una de las secciones menos leídas del blog, no puedo dejarla de lado. No puedo terminar un libro y no compartir los sentimientos que me ha producido, lo que he soñado, viajado, aprendido, reído, llorado, disfrutado, … con él. Y sobre todo, que aquellos que también lo han leído compartan sus impresiones conmigo pues a veces en esa conversación me hacen descubrir matices que se me habían pasado a mí.
Así que espero que todos los amantes de la lectura os animéis a participar y los que no seáis muy dados a ella le deis una oportunidad, ¿O.K.?
Pero bueno, me dejo de explicaciones y paso a comentaros (que no destriparos, ya que no hay nada que me siente peor que el spoiler de un libro) esta maravilla de la literatura que ganó un premio Pulitzer en 1940.
“Las uvas de la ira” está ambientada en la américa rural durante los años posteriores a la gran depresión que tuvo lugar con el crack del 29 (del siglo XX). Cuenta la historia de la familia Joad, una familia de granjeros de Oklahoma que tras años de malas cosechas pierden sus tierras por no poder asumir sus deudas con los bancos y ante la promesa de un futuro mejor en California venden lo poco que tienen e inician el camino.
Como os comenté a principios de año, uno de mis propósitos para 2015 es conseguir haberme leído todos los libros de La lista definitiva de los 100 mejores libros de todos los tiempos publicada por El Placer de la Lectura y éste era uno de los que todavía no me había leído, así que comencé su lectura sin saber de qué iba, ¡menos mal!
Y digo “¡menos mal!” porque si llego a saber que va de crisis, penalidades y sufrimientos, yo que desde hace unos años intento escuchar lo menos posible las noticias desde que llegó un momento en que me producía ansiedad escucharlas, ya que una cosa es vivir la crisis y otra que además te recuerden constantemente que la cosa esta mal o peor.
Por ello digo “¡menos mal!” porque de haberlo sabido no lo hubiera leído y me hubiera perdido este libro que me ha impresionado y sorprendido tanto a mí misma.
Porque pese a que hable de penalidades, de sufrimientos y de lucha por seguir adelante lo hace sin regodearse en los malos aspectos, en los malos momentos. Todo lo contrario, Steinbeck en este libro saca a la luz lo mejor de las personas, el hecho de que por muy mal que vayan las cosas la esperanza, la solidaridad, la unión es lo que hace que podamos soportarlas y seguir adelante en busca de un futuro mejor. Y sobre todo, ver cómo en momentos de adversidad la mujer, la madre, la esposa es la que saca fuerzas de flaquezas para sacar adelante a la familia, para mantenerla unida.
Pero no es sólo la historia lo que me ha gustado de este libro, es cómo la cuenta, su forma de escribirla, una forma lenta, pausada, llena de descripciones, alternando capítulos en los que Steinbeck describe, cual voz en off de película en blanco y negro, aspectos sociales de la época; con otros más largos en los que avanza la historia de los Joad dentro de ese contexto recién descrito.
Con sólo leer el primer capítulo en el que describe el paso de las estaciones en los campos de Oklahoma una ya se queda enganchada por la magia de sus palabras.
Y eso que me lo leí en inglés y al principio me costó un poco entender los diálogos entre los protagonistas ya que están escritos en su “dialecto”, es decir, “somepin” = “something”; “ta’rd” = “tired”, además de todos los errores gramaticales cometidos por americanos sin educación de los 40s.
Eso sí, reconozco que es un libro que puede no gustarle a todo el mundo y que tampoco se puede leer así como así, requiere un estado de ánimo especial, no leerlo a ratos perdidos, sino una “sentada” de lectura.
De esa forma es como realmente se puede disfrutar, tanto que llega a enganchar su lectura y no poder dejar de leer hasta terminarlo. Y, ¡menudo final!
“Las uvas de la ira” tiene un final impactante, por lo inesperado y por cómo lo hace. Tanto que yo todavía estoy intentando asumirlo y sobreponerme a él.
Para mí es uno de esos libros que tras leerlos en el ebook he de comprar para tenerlo en papel, para poder releerlo, para subrayar párrafos, hacer anotaciones y ojear de vez en cuando las citas marcadas.
Y cuando pase un tiempo de su lectura quiero ver la película para ver si le hace justicia al libro o no.
Y a vosotros, ¿lo habéis leído?, ¿habéis visto la película?, ¿qué os pareció?
¡Gracias por seguirme! Nos vemos la semana que viene. Hasta entonces… READ & RELAX!
Ah, y por si os animáis a seguirme en esta nueva etapa del Club de Lectura los siguientes libros (que me estoy leyendo actualmente) serán: “El señor de las moscas” de William Bolding y “La flor del surinam” de Linda Belago.
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