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domingo, 3 de mayo de 2015

Feliz Día de la Madre


Hoy es el Día de la Madre, un día en el que solemos hacerle un regalo a nuestras madres, les damos un beso y las felicitamos, nos reunimos la familia a comer para celebrarlo y, con suerte, lo hacemos en un restaurante para que éste, su día ella no tenga que cocinar.  
Para nosotros se ha convertido en una costumbre más y nuestras felicitaciones son “genéricas”, no nos paramos a agradecerles todo lo que hacen por nosotros (aun ya siendo más que adultos y habiendo abandonado el nido hace siglos). No les damos el reconocimiento que realmente se merecen en este día porque, reconozcámoslo, estamos tan acostumbrados que es algo que damos por hecho.
Y, al final, una tiene que dar con un libro como “Las uvas de la ira” que le abra los ojos y le haga ver que este día no sólo es para felicitarlas, este día debería ser para homenajear a las madres

En “Las uvas de la ira” John Steinbeck hace una maravillosa descripción de uno de los personajes principales del libro, la madre, que me encantó:
cita de Las uvas de la ira de John Steinbeck: “La madre parecía saber, aceptar, dar la bienvenida a su posición, la de ciudadela de la familia, un fuerte que no podía ser tomado.”


"Ella miró hacia el sol. Su rostro no era suave; era controlado, bondadoso. Sus ojos color avellana parecían haber experimentado toda posible tragedia y haber ascendido los escalones del dolor y el sufrimiento hacia una calma superior y un entendimiento sobrehumano. Ella parecía saber, aceptar, dar la bienvenida a su posición, la de ciudadela de la familia, un fuerte que no podía ser tomado. Y puesto que Tom y los niños no podían conocer el daño o el miedo a no ser que ella reconociera dicho daño y dicho miedo, había practicado negándose a sí misma todo daño y todo sufrimiento. Y puesto que, cuando una cosa alegre pasaba, la miraban a ella para ver si había alegría en ella, era su costumbre extraer la risa de cualquier cosa. Pero mejor que la alegría estaba en calma. Se podía confiar en la imperturbabilidad. Y de su gran y humilde posición en la familia, ella había tomado su dignidad y su calmada belleza. Desde su posición como sanadora, sus manos se habían vuelto seguras y frescas y tranquilas; desde su posición como árbitro se había convertido en un ser tan remoto y sin fallos en el juicio como una diosa. Ella parecía saber que si oscilaba la familia se tambalearía, y que si alguna vez realmente vacilada o se desesperaba por completo la familia caería, la voluntad de funcionar de la familia desaparecería".
Las uvas de la ira
John Steinbeck
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cita de Las uvas de la ira de John Steinbeck: “La madre parecía saber que si oscilaba la familia se tambalearía, y que si alguna vez vacilada o se desesperaba la familia caería.”

‘She looked out into the sunshine. Her full face was not soft; it was controlled, kindly. Her hazel eyes seemed to have experienced all possible tragedy and to have mounted pain and suffering like steps into a high calm and a superhuman understanding. She seemed to know, to accept, to welcome her position, the citadel of the family, the strong place that could not be taken. And since Tom and the children could not know hurt or fear unless she acknowledged hurt and fear, she had practiced denying them in herself. And since, when a joyful thing happened, they looked to see whether joy was on her, it was her habit to build up laughter out of inadequate materials. But better than joy was calm. Imperturbality could be depended upon. And from her great and humble position in the family she had taken dignity and a clean calm beauty. From her position as healer, her hands had grown sure and cool and quiet; from her position as arbiter she had become as remote and faultless in judgment as a goddess. She seemed to know that if se swayed the family shook, and is she ever really deeply wavered or despaired the family would fall, the family will to function would be gone’.
The Grapes of Wrath
John Steinbeck
Habla del sacrificio continuo de toda madre, el poner siempre por delante la felicidad y el bienestar de la familia dejándose de lado a sí misma, su papel como pilar de la familia, sobre todo en épocas de crisis.
El “Las uvas de la ira” vemos como cuando las cosas empiezan a ir de mal en peor es la madre la que toma el control de la familia, la que lucha por mantener a la familia unida y sacarla adelante, a la que todos miran en busca de  opinión, consejo, consuelo, …
Vamos, lo que toda madre hace pero que no vemos hasta que no nos lo hace ver un libro, una película, …
Por eso más que felicitar hoy a nuestra madre, deberíamos agradecerle todo lo que ha hecho por nosotros sin pedirnos nada a cambio.
Besazos y Feliz Día a todas las MADRES!!
¡Gracias por subscribirte! 

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