Y, por fin, llegó
el gran día de nuestra Red Carpet
patria: los G0YA!!
Ay, qué ganitas le
tenía. ¿Habrán salido vencedoras? ¿Serán capaces de haberle arrebatado a los Grammy 2014 el premio a las peores
vestidas?
Pues… de todo ha
habido en la viña del señor, je, je, je.
Y es que en mi
opinión ha habido desde grandes aciertos a grandes, grandísimos errores y
horrores.
Para empezar y
para gran decepción mía (ya sabéis que siempre empiezo buscando mi vestido rojo ideal), solamente Aitana Sánchez-Gijón se atrevió a
llevar dicho color y… no sé, no sé… no me acabó de convencer el modelo ni el
conjunto, era como si le faltara algo aunque no sabría decir exactamente el
qué, ¡cachis!
Pasada la primera
decepción y con el premio al mejor vestido vacante, me centré en buscar los
mejores vestidos de la noche.
Y los ganadores
fueron los modelos que lucieron Natalia
de Molín (de corte sirena con escote asimétrico, con bordados dorados y
complementos dorados a juego), Dafne
Fernández, con un Carolina Herrera
blanco, de líneas sencillas y precioso escote trasero anudado con lazada, y Paula Echevarría, con un Dolores Promesas azul pastel con
complementos también a juego, de líneas muy elegantes y cola con vuelo.
Hubo mucho black dress, una apuesta segura siempre
si no se quiere arriesgar, aunque….
Así como Ana Belén (¡qué mujer!, ¡menuda belleza
y figura a su edad! y ¡qué elegancia!) y Aura
Garrido, de Alberto Ferretti,
acertaron por completo, para mi gusto al Elie
Saab de Blanca Suárez le sobraba
transparencia o le faltaba un poco de tela, pese a ello me encantó, además la
chica puede lucir transparencias ¡qué narices!.
Me alegró ver que
Silvia Abascal sigue manteniendo esa
belleza serena que siempre le ha caracterizado y su vestido hubiera ganado el
primer premio si no hubiera sido por ese pedazo “lazo” negro brillante que le
plantaron, que parecía plástico!! ¡una lástima!
Muy bonitos, pero
muy normales y con intención de no arriesgar nada de nada, fueron los que
lucieron Ana Álvarez y Blanca Romero.
Hubo más vestidos
bonitos, pero nada que me llamara especialmente la atención. Así que pasé a
otorgar el premio a los que menos me gustaron y a los grandes desaciertos de
nuestras actrices.
Para empezar no
me gustaron nada tres modelos que me parecieron muy similares en cuanto a corte
sirena, brillis-brillis (¡¡que lo diga yo Doña Brilli-Brilli), pegados al cuerpo,
… como los que lucieron Clara Lago (por
muy Zuhair Murad que fuera), Manuela Vellés y Michelle Jenner (de Naeem
Kahn). y es que ni siquiera acertaron en el peinado pues a esos vestidos
para mi gusto les hubiera pegado más un recogido. Sobre todo al de Manuela Vellés en el que tanto esas
mechas californianas como esos brazaletes dorados me chirriaban con el
plateado-metalizado del vestido.
Para terminar, el
premio al mayor desacierto se lo llevó Nadia
de Santiago con ese mono beige con drapeados tipo … “yo qué sé, qué se yo
de qué voy”. Aunque las ganadoras el segundo puesto no le iban muy a la zaga.
Lo de Mirian Giivanelli no tiene
nombre, sí el de Olimpia Melinte
(que se daba un aire a Kylie Minogue):
“horroroso”, es como si hubieran puesto medio vestido encima de otro
medio de dos estilos diferentes, dos colores diferentes y cada uno peleándose
con el otro por llamar la atención.
Claro que lo de Leticia Dolera era una especie de vestido de menina al que se le hubieran
pegado unas margaritas setenteras.
Y otros dos
vestidos que se pegaban uno contra el otro (que no con el otro) era lo que
llevaba Cristina Castaño, que
llevaba mitad de uno y mitad de otro en vertical, vamos como si no se hubiera
acabado de decidir por un modelo y hubiera querido llevar los dos a la vez, ¿…?
Pero no quiero
terminar esta Red Carpet sin echarle
un ojo a los maquillajes, que ya está empezando a entrarme la deformación
profesional, je, je, je.
Y es que me
encantó el de Blanca Suárez con ese
ojo rasgado bien marcado en contraste con una boca nude.
También me
parecieron perfectos el de Dafne
Fernández (a esta niña siempre la veo elegantísima y muy bien maquillada,
claro que con lo guapa que es como para no quedar bien, ja, ja, ja) y el de Norma Ruiz. La verdad es que no hay
nada más que decir de sus maquillajes, con verlas ya está todo dicho.
De los
maquillajes que hay que decir, y mucho, es de los de…. Ana Fernández, la piel super-mal de trabajada, no sólo se le ven
rojeces y brillos, sino una gran diferencia de tono entre cara y cuello, y como
Víctor me vuelva a hablar de simetrías… ¡le pienso enseñar la boca de esta
foto, que más asimétrica no puede estar¡ Claro que la pobre tampoco tuvo el día
muy acertado con el modelito color berenjena que eligió que parecía que fuera
unas cuantas tallas más grandes.
En cuanto al
maquillaje de Marta Etrura … era tan
nude que se le comía la cara, además
al iluminarle el lacrimal le hacía los ojos más separados de los que tiene,
mientras que al cargar la máscara de pestañas en el extremo exterior del ojo y
darle sombra oscura en lo que parece una V interior se los achica más de lo que
los tiene.
Y Cristina Brondo… la pobre es todo
brillos, además agrandando la foto todo lo que he podido, para mí que no
llevaba base de maquillaje, ¿…?
Claro que el peor maquillaje de todos (a parte del
pelo que parecía churretoso) fue el
de Macarena Gómez… ¡menudo contraste
entre espalda y cara! Vale que no se tiene el mismo tono de piel en todo el
cuerpo y que puede haber una diferencia de tono entre unas partes y otras (yo
mismamente no tengo el mismo tono en la cara que en el cuello y tiendo a
igualarlo bajando un tono el maquillaje de cara u oscureciendo el cuello con
polvos de sol para igualar), perooooo… una cosa es una pequeña diferencia de
tono y otra tener la espalda morena y la cara blanco cadavérico, vamos que ni Morticia!! Es un maquillaje artificial total además de nada
favorecedor para ella.
Y esto, señoras y
señores, ha sido lo mejorcito y lo peorcito de la Gala de los Goya 2014, alusiones políticas a parte que ese ya es
tema de otro costal en el que no me voy a meter.
Y a vosotras, ¿qué
os ha parecido a vosotras la Red Carpet
de los Goya 2014?,
Besazos!!
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