lunes, 27 de enero de 2014

12ª Semana: Historia del Maquillaje (y VII): practicando años 20, 40 y 60


 
Sábado:

Uff, lo que me ha costado hoy ir a clase. Toda la semana con fríos, lluvias y cambios de presiones han conseguido que se me descargue por completo la batería interior. Afortunadamente mi conciencia siempre está de guardia y me da el empujón necesario para ponerme en marcha.

Empujón que no han debido de recibir el resto de mis compañeros de Master porque hoy volvemos a ser cinco en clase, aunque no los mismos cinco del último día.

El caso es que hoy es el último día del módulo de Historia del Maquillaje y lo dedicamos enteramente a maquillar, ya que por mucho que se sepa la teoría sin practicar, practicar y practicar …


Y el primer maquillaje que nos pide Víctor que hagamos es el de los años 20.



Como se ve en la foto de Josephine Baker, uno de los iconos de esta época, el maquillaje de los años 20 (maquillaje de noche, pues de día prácticamente no se maquillaban), el de las garçonnes, se caracteriza por una banana extendida con forma redondeada en negro en el párpado superior, Khöl o sombra negra a ras de las pestañas inferiores difuminándola hacia abajo, casi marcando la ojera, además de una delineación superior e inferior negra muy marcada.

las cejas Se cepillan  con forma de semicírculo, muy finas y negras para enmarcar y dar mayor protagonismo al ojo.

La boca, en tonos muy oscuros, la maquillaban en forma de corazón, intentando empequeñecerla.

Ojos y boca oscuros contrastaban con una tez muy blanca gracias a la aplicación de polvos claros. Y en las mejillas, si acaso, un toque de colorete.

Ya en la segunda parte de la clase hacemos cambio de pareja y Víctor nos pide uno de sus remixes: ojos de los 60 y boca de los 40.

Sí, otra vez la boca de los 40, está visto que Víctor está empeñado en que dominemos la boca de asco. Claro que como es la más difícil de todas, seguro que en cuanto la dominemos seremos capaces de hacer cualquier otra o… ¡eso espero! je, je, je.

Los ojos de los 60 son una pasada y quien mejor que Twiggy, icono por excelencia de la década, para enseñar a hacerlos.


Banana abierta muy marcada, delineación superior gruesa e inferior al ras de las pesatañas, waterline en blanco para hacer los ojos más grandes, mucha máscara en las pestañas para agrandar todavía más los ojos, además de dibujar unas cuantas pestañas inferiores como si se tratara de los ojos de una muñeca.

Pero claro, eso era cuando no se dibujaba una flor o una mariposa en uno de los ojos. Ya se sabe que los 60 fueron los años del “flower power”.



Claro que todo esto junto con la boca de asco lo tengo que practicar con el único chico que hay en el Master. ¡Qué raro se hace maquillar a un chico y más con un remix de este tipo!


El caso es que parece que ya voy dominando la boca de asco ya que cuando lo ver Víctor sólo le puede sacar un pequeño defectito en la delineación de la comisura de la boca del labio inferior derecho. Lo dicho, buscando el defectillo.

Reconozco que eso es algo que me gusta de Víctor a la hora de valorar lo que hemos hecho. Si hay algo que está mal, lo dice y lo corrige para que aprendamos. Y cuando ya nos va saliendo mejor, entonces va a buscar el detalle, la imperfección para que sigamos esforzándonos y no nos confiemos. Eso sí, también nos dice lo que está bien.

A mí por ejemplo, hasta ahora, ha ido alabando mis delineaciones. Eso sí, mi gran lucha son las simetrías  que aunque creo que van mejorando, eso de que los dos ojos queden exactamente iguales partiendo del hecho de que no somos simétricos, pues… eso, que tengo que trabajármelo.

En cuanto a la boca, otra gran asimétrica, parece que le voy cogiendo también el punto, ¡boca de asco incluida! Ja, ja, ja.

Y el próximo día módulo nuevo, pero ¿de qué?  

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