Bueeeno, se acabaron las vacas y, no sé a vosotros,
pero para mí cuando se acaban las vacas es como si se acabara el verano. Y es
que es volver a la rutina diaria, de un día tras otro de madrugones, salir
tarde y los findes para recuperarse. Y que conste que doy gracias todos los
días por tener la suerte de volver a esa rutina.
Claro, que eso no quita para que eche de menos los
largos días de vacaciones en los que se hace lo que apetece, cuando apetece y
si apetece que apetezca, y si no apetece hacer nada pues… a disfrutar de no
hacer nada, que eso viene muy bien.
Y vosotr@s, ¿qué tal ha sido vuestro Agosto?, ¿y vuestras vacas?, ¿cómo se os presenta Septiembre?
Y reconozco que a eso me he dedicado durante las
semanas que he estado de vacaciones: a hacer todo lo que me ha apetecido hacer.
Yo creo que he practicado todos y cada uno de los pasos del camino que emprendí
para Disfrutar del Momento día a día
y hasta he sacado matrícula de honor en más de uno, je, je, je.
He descansado, he dormido, he quedado con amigos a
los que no veía hace mucho tiempo y con los que veo más a menudo, he leído (aunque no tanto como otros años,
¿os habéis dado cuenta que se lee más despacio en un ebook que en un libro de
papel?), he scrapeado bastante, he
practicado maquillando a unas
cuantas amigas (los que me seguís a través de FB habréis podido ver un avance),
he dado un buen empujón al pañuelo de
novia de mi labor de bolillos, he
retomado las tardes de cultura y
charla (no os perdáis la exposición de Camile
Pissarro en el Museo Thyssen,
que está a puntito de terminar), he retomado viejas amistades y hecho alguna
que otra nueva y más, muchas cosas más. Algunas os las iré contando en breve y
otras…, otras se quedarán guardadas en el compartimento
secreto que tiene mi Cajón Desastre
;-P
Y como dentro de muy poco empezaremos a ver que el
Otoño ha llegado a El Corte Inglés con sus anuncios de abrigos y
jerséis, pese a que el resto de los mortales sigamos pasando todavía calor y
yendo en manga corta (y espero poder seguir así hasta finales de septiembre como
poco ;-D), yo me he preparado para contraatacar y seguir viviendo un permanente
verano en mi memoria.
Albert
Espinosa en su último
libro Brújulas que buscan sonrisas perdidas habla de “inspirar olores del verano para superar los
inviernos”, pero yo más que de olores soy de imágenes y por ello me he
dedicado a grabar en mi memoria los colores
del verano para superar el año que queda por delante hasta que vuelva a
disfrutar del calor del próximo verano (todavía no se ha terminado este y ya
estoy pensando en el próximo, je, je, je).
Y para mí el color que mejor representa el verano
es el azul del cielo de Madrid. En
pleno invierno, cuando echo de menos el calor del veranito, la imagen que
siempre viene a mi memoria es la del azul del cielo que veo cuando estoy
tumbada en el césped de mi piscina a la sombra de un árbol. Es recordarlo y
notar el calor de los rayos de sol y la sensación de paz y tranquilidad que
disfruto durante las vacaciones veraniegas. Así que ésta es la imagen que voy a
guardar en mi memoria …
¡Preciosa! ¿verdad?
Por cierto, ¿tiene vuestro verano algún color
particular? ¿qué imagen es la que vais a guardar en vuestra memoria de este
verano?
Para terminar, como todos lo meses, el TOP 5 de los post más leídos durante el
mes de Agosto y eso que no publiqué, je, je, je:
Y vosotr@s, ¿qué tal ha sido vuestro Agosto?, ¿y vuestras vacas?, ¿cómo se os presenta Septiembre?
Besazos!!
Hola guapi!
ResponderEliminarYa estoy de vuelta por aquí, se acabaron las vacaciones...
Ya me he puesto al día, que habia algunas cositas que me había perdido. Geniales tus manualidades Isa!
Un besote.
Marta ;)