miércoles, 10 de julio de 2013

Disfruta del momento… paso 22: Paros voluntarios, escuchemos a nuestro cuerpo



 
Muy buenas!!
Hoy vuelvo a hacer un parón, pero no para repasar lo aprendido, sino para escuchar qué tiene que decirme mi cuerpo.
Así, como no hace mucho me paré a escucharle cuando me decía qué alimentos necesitaba y cuáles no le venían bien (aquí), hoy voy a escucharle a ver qué me tiene que decir cuando siente algún tipo de rechazo.

 
Cuando somos bebés tenemos muy claro qué nos gusta y qué no y lo hacemos saber a los que nos rodean y estos actúan en consecuencia cubriendo nuestras necesidades. Pero según vamos creciendo, por la educación que recibimos, en muchas ocasiones debemos de reprimir nuestros gustos o apetencias y “tragar” con aquello que no nos gusta.
Y aunque con el tiempo acabamos haciendo y hasta aceptando cosas que no nos apetecen nada, no nos gustan e incluso a veces rechazamos sin que nos pase “nada malo”, nuestro cuerpo sigue sintiendo ese rechazo inicial, se resiente y de una forma u otra nos lo hace saber para que le pongamos remedio, peeeero…. ¿le escuchamos?
Va a ser que no. Nos encontramos cansados a menudo, nos duele la cabeza, nos sale una úlcera, ... y creemos que estamos enfermos, cuando en realidad es nuestro cuerpo dándonos un toque de atención.
 
Así que para saber cómo nuestro cuerpo nos hace saber que siente rechazo hacia algo, el ejercicio que acompaña a este paso consiste en…
Pensar algo que sepamos que nos frustra de verdad, que ante lo que somos conscientes que rechazamos totalmente. Hemos de revivir mentalmente una experiencia en la que nos hayamos visto ante dicha situación, persona o lo que sea. Una vez que sintamos ese rechazo, hemos de centrar nuestra atención en nuestro cuerpo, ¿qué sentimos?, ¿nos duele alguna parte?, ¿notamos tensión en alguna zona: el cuello, la mandíbula?
Esa misma reacción es la que sentimos cuando rechazamos algo de forma instintiva.
Ahora ya sabemos cómo reacciona nuestro cuerpo cuando nos quiere decir que no le gusta algo o alguien y que estamos actuando contra nuestro propio instinto.
El tener esta información tan importante sobre nosotros mismos, nos sirve para que cuando sintamos esa reacción de nuestro cuerpo actuemos en consecuencia.
Unas veces, no podremos hacerle caso a nuestro cuerpo y tendremos que asistir a esa reunión familiar que sabemos que nos va a producir una jaqueca horrible. Eso sí, como ya estaremos avisados pues con echar Tonopán al bolso y en cuanto empiece a dolernos la cabeza nos lo tomaremos.
Otras veces, tampoco podremos hacerle caso cuando ante la incompetencia ajena nos haya caído en la oficina un trabajito (cual manzana envenenada) y notemos que la mandíbula se nos empieza a poner tensa y el hombro se nos empiece a agarrotar. Pero como, ya estaremos avisados pues nos lo intentaremos tomar con filosofía, tomarnos unas cuantas tilitas al día y recompensarnos a la salida con algo que nos guste hacer para darnos un premio.
 
Pero también, otras tantas veces, cuando empezamos a notar la reacción de rechazo de nuestro cuerpo, podemos hacerle caso y evitar dicha situación, persona o lo que sea que nos lo produce y así… curarnos en salud, que la medicina se va a poner muy cara en el futuro, ja, ja, ja.
¡¡Adivina adivinanza!! ¿Quién sabe escuchar a su cuerpoooo?
Sí, lo reconozco ese “nos/…mos“ es un pelín, bastante mayestático.
Y es que este paso ya hace tiempo que lo descubrí yo solita y solita lo di.
Porque una cosa que aprendí hace tiempo es que si no escucho a mi cuerpo, si no me cuido yo, si no me quiero yo… ¿¿quién lo va a hacer mejor??
Así que, de vez en cuando hago un paro voluntario para escuchar qué me tiene que decir mi cuerpo, cómo se siente, qué necesita y… si puedo evitar algo que rechace, lo hago, y si no… procuro primero minimizar las consecuencias físicas al no poderle hacer caso y luego resarcirlo por los “inconvenientes” ;-P
Y vosotros, ¿habéis escuchado a vuestro cuerpo?, ¿cómo reacciona ante lo que rechaza?
Pues escuchadle, escuchadle y le oiréis decir que….¡¡Quiere participar en el SORTEO que hago!! Ja, ja, ja.
Besazos!!
 
 


 

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