Soy de la firme creencia de que en esta vida, tarde o temprano, recibimos lo que damos. Tanto lo bueno como lo malo. Por tanto, qué mejor que dar cosas buenas para recibir a cambio cosas buenas. :-D
Y no hablo de cosas físicas, me refiero a sonreír, dar las gracias, ayudar, …, y ¿por qué no? También AMOR.
Ya sabéis que el amor es una fuente de energía muy poderosa y que por amor se ha movido montañas, o eso dicen canciones, poemas y más de una peli, je, je, je.
Pero no se trata de querer a nuestra pareja, a nuestra familia o a nuestros amigos.
Eso es lo “fácil”. Lo difícil es emanar amor, difundir amor allá por donde vayamos.
Me explico.
Normalmente vamos por la vida corriendo a todos los lados, estresados, cavilando sobre lo que nos ha hecho aquel o lo que nos ha dicho aquella y, por tanto, solemos ir emanando agresividad al Universo.
Con lo cual lo que solemos recibir a cambio suele ser como poco que tengamos algún percance nada agradable: un golpe, un tropiezo, que perdamos algo o que se nos rompa algo. Y como mucho que recibamos agresividad: que tengamos una bronca por la más mínima tontería, que nos piten y/o insulten conduciendo, …
Y claro, todo eso es energía negativa que emitimos al Universo y que éste nos devuelve y … como el pez que se muerde la cola, la cosa va de mal en peor.
Así que lo que tenemos que hacer es todo lo contrario: emanar amor al Universo para recibir amor.
¿Y cómo se hace eso?
Para empezar hay que practicar un poco, ya que no estamos acostumbrados a eso de … emanar amor, así como así si no es hacia otra persona.
Por ello, el ejercicio que acompaña a este paso propone que busquemos un momento para estar a solas. Empezaremos tranquilizando nuestra respiración, inspirando y expirando suavemente. Una vez que estemos relajados y con la mente sosegada, nos imaginaremos en que cada vez que inhalemos estaremos recibiendo amor del Universo, y cada vez que exhalemos emitiremos amor al Universo. Inspiraremos amor y espiraremos amor.
Os parecerá una tontería, pero comprobaréis que al cabo de un rato os invadirá una ola de amor y de felicidad, sentiréis como si se os hinchara el corazón de amor, tanto que es como si éste os fuera a reventar de amor. Si os miráis en el espejo, veréis que los ojos os brillan de felicidad. Si tenéis alguien querido cerca os apetecerá abrazarlo. Si salís a la calle, lo haréis con una sonrisa en la cara, os parecerá que hay una luz especial, sólo veréis lo bueno y lo bonito.
Y no, no estáis ni drogados ni borrachos ni nada por el estilo. Simplemente estáis llenos de amor, porque estáis inspirando amor y expirando amor. Y cuando se da amor en esta vida, se recibe amor.
Y aunque cualquier momento es bueno para difundir amor, qué mejor momento que empezar ahora a difundirlo que cuando tenemos a la vuelta de la esquina las Navidades.
Porque no sé si os disteis cuenta el año pasado, pero no sé si fue por la crisis y todo su halo de negatividad, o porque se está perdiendo el verdadero significado de estas fechas, el caso es que yo no sentí en ningún momento el espíritu navideño que me ha invadido desde pequeña, ni tampoco lo vi alrededor.
Así que… empecemos a emanar amor cuanto antes!! Porque …¿qué mejor forma de Disfrutar del Momento que dando y recibiendo amor?
Besazos!!
P.D.: ¿Nunca os ha pasado que de repente os embargaba así como así un sentimiento de amor pleno y habéis sentido la necesidad de llamar a un ser querido? Eso es que en ese momento estabais receptivos y el Universo os enviaba un chute de amor ;-P
¡Hola Isa! Ayyy si todos hiciésemos esto, cómo cambiaría el mundo.. Un besazo
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