¡Qué poco valorada está hoy en día la gratitud!
Sólo hay que ver a los niños que nos rodean. Todo lo que quieren lo tienen y
más. ¿Habéis visto cuando escriben la “carta a los Reyes”? Y quiero esto, y
esto, y esto otro y esto más. Y no se cortan nada pidiendo porque saben que lo
van a recibir junto con más cosas que no se esperaban. Y al tenerlo todo no lo
aprecian y menos lo agradecen. No están nada agradecidos por lo afortunados que
son de haber recibido tantos regalos.
Y eso es aplicable para todo y para todos...
Estamos habituados a ir por la vida dando por hecho que todo lo bueno que recibimos es porque nos lo merecemos y por tanto no agradecemos el recibirlo. Y con ello nos perdemos algo muy importante, porque la gratitud nos abre la mente y el corazón. Nos conecta de forma instantánea con el momento presente, además de hacernos sentir maravillosamente bien.
Estamos habituados a ir por la vida dando por hecho que todo lo bueno que recibimos es porque nos lo merecemos y por tanto no agradecemos el recibirlo. Y con ello nos perdemos algo muy importante, porque la gratitud nos abre la mente y el corazón. Nos conecta de forma instantánea con el momento presente, además de hacernos sentir maravillosamente bien.
Os propongo realizar un ejercicio para demostraros la
sensación de bienestar que nos puede proporcionar el cultivar la gratitud día a
día.
Tenéis que confeccionar una lista con diez cosas
por las que os sintáis agradecidos. Una vez hecha, leedla y sentid gratitud por
cada una esas diez cosas. Después, durante una semana echadle un vistazo todos
los días e id añadiendo aquellas cosas nuevas por las que hayáis sentido
agradecidos ese día. Veréis como según vayan pasando los días iréis teniendo
más cosas por las que estar agradecidos y os sentiréis mejor.
Yo lo hice la semana pasada. El primer día me costó
hacer la lista, pero al cabo de un rato de pensar lo conseguí y puedo deciros
que al principio me pareció demasiado obvia.
Mi lista decía algo así como: gracias por tener
salud, gracias por tener una familia que me quiere, gracias por los buenos amigos
que tengo, gracias, gracias por tener un trabajo en los tiempos que corren que
me permita pagar las facturas y la hipoteca, gracias por….
Pero una vez escrita, a la hora leerla y de empezar
a sentir gratitud por ellas, me di cuenta que no eran tan obvias y que era
afortunada, muy afortunada por tenerlas. Y entonces mi gratitud por ellas se
multiplicó por cien.
Porque como he dicho antes, muchas veces damos por
seguro aquello que tenemos y no sabemos apreciarlo en su justa medida. Pues
muchas veces nos ha venido dado y hemos de estar agradecidos por la suerte de
haberlo recibido, y otras veces nos lo hemos trabajado pero una vez conseguido
se nos olvida lo agradecidos que hemos de estar porque nuestro esfuerzo consiguiera
su fruto.
Luego según iban pasando los días iba añadiendo a
mi lista cosas más concretas y más pequeñas: gracias por haber encontrado un
sitio donde aparcar a la primera en el …, gracias por haber dormido una noche
de un tirón, gracias porque el señor de delante al ver que llevaba sólo una
cosa me ha dejado pasar antes en la cola del super, gracias por….
Sí, parecen tonterías y nimiedades pero el estar
“pendiente” de buscar cosas por las que estar agradecida para anotarlas al
final del día, me hizo centrarme en las cosas buenas que me pasaban durante el
día y el sentir gratitud por ellas, y al sentir gratitud me llenaba una
sensación de bienestar que me hacía estar más abierta a esa pequeñas cosas
buenas que me pasaban, y así cual círculo vicioso mi gratitud iba aumentando de
forma proporcional a mi esfuerzo por pensar en ella.
Y puedo deciros que aunque mi vida no sea
maravillosa ni divina, aunque no tenga la vida que hubiera soñado con tener,
esa sensación de gratitud por las pequeñas cosas buenas de la vida me ha
llevado a estar agradecida por estar viva, por estar ahora mismo sentada en el
sofá de mi casa, levantar la mirada del teclado y ver a través de la ventana el
azul del cielo, ese azul de un día soleado de invierno, …y por todo ello estoy
agradecida y soy feliz.
¡Qué tontería puede parecer así leído! ¿no? Pues
probadlo y ya me contaréis si es tan tonto o no.
Y tirando del sabio refranero español con su “es de bien nacidos ser agradecidos”, yo
llevaría este paso de la gratitud a otro nivel. No sólo hemos de agradecer todo
lo bueno que tenemos y aquellas cosas buenas que nos pasan, tenemos también que
agradecer a los demás aquellas cosas que nos dan, los favores que nos hacen,
los detalles que tienen con nosotros, …
Porque así como a nosotros nos gusta que nos
agradezcan las cosas, pues nos hace sentirnos apreciados y reconocidos, ¡¡¡a
los demás también les pasa!!! ¿sabéis?
¡Que siempre estamos mirándonos el ombligo y nunca nos
ponemos en la piel del otro! ¿Qué nos cuesta agradecerle a los demás lo bueno
que han hecho por nosotros? Y, además así tenemos otra cosa más que añadir a
nuestra lista de agradecimientos: gracias porque la persona a la que le estoy
expresando mi gratitud se sienta agradecida por haberse visto reconocida. ¡Así
de fácil es!
Así que empezaré yo la primera. GRACIAS a tod@s los
que me leéis, sé que estáis ahí, veo aumentar día a día en número de visitas y
eso me hace estaros muy agradecida. Todavía no habéis empezado a
“manifestaros”, pero no tengo prisa, cada uno necesita su tiempo y no seré yo
quien os meta prisa, y sabed que ese día estaré todavía más agradecida de que
no sólo me estéis acompañando en este camino sino que queráis compartirlo
conmigo. GRACIAS!!!!
Contadme si queréis, je, je, je, ¿habéis hecho
vuestra lista de agradecimientos? ¿cómo os habéis sentido al releerla? ¿y según
pasaban los días?
Recordad, la gratitud es un sentimiento que nos
llena de felicidad y nos hace llevar una sonrisa allá por donde vayamos.
Besos y….GRACIASSSSS!!!
¡Precioso!
ResponderEliminarCosas de sentido común; ese "sentido común" que hoy en día la sociedad "cosmopolita" hemos olvidado por completo.
Y con respecto a lo que dices sobre el meditar acerca de todo lo que tenemos y no solemos valorar, salvo que lo perdamos (que entonces si nos DAMOS CUENTA de lo que teníamos.... y YA no), también nos sirve para abrirnos los ojos y ver las necesidades, las carencias de otras personas y poner ayudarlas si está en nuestra mano, dejando de mirarnos tanto el ombligo cosa que está llevándonos a ser una sociedad cada vez más individualista... YO, MI, ME, CONMIGO...
GRACIAS por este paso que nos acabas de comentar. Me voy a hacer mi lista de todo aquello por lo que tengo que estar agradecida y veré lo afortunada que soy!
Vas
¡Excelente Post, sí señora! De deberres: hacer la lista de agradecmientos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario :-D
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