¿Qué tal os ha ido el tercer Descanso en el Camino? Yo lo he aprovechado para darme un tirón de
orejas. Y es que los últimos pasos no me parecían muy aplicables por una razón
u otra, y además el otoño me sienta
fatal… los días se acortan, las temperaturas bajan y, lo peor, ¡los constantes cambios de
presiones! El caso es que me estaba relajando un poco y empezaba a
olvidarme de que lo importante es Disfrutar
del Momento sea la estación que sea.
Así que con energías renovadas, y nunca mejor
dicho, continúo el camino con este nuevo paso que no me resulta nada nuevo
porque ya antes de haber leído El Secreto de Rhonda Byrne me había formulado yo teorías parecidas.
Todos hemos estudiado en el colegio que la energía no se crea ni se destruye, sino
que se transforma. Somos energía,
emitimos energía y recibimos energía de otros, tanto positiva como negativa.
Esa energía influye en nuestra vida, unas veces
para bien y otras para mal, unas veces la podemos controlar y otras no, pero
está ahí y si estamos atentos la podemos percibir, y con práctica hasta podemos
utilizarla en nuestro favor.
¿No me creéis?
Probad a realizar este ejercicio y ya me diréis si
sentís la energía o no:
Colocad
las manos casi rozándose pero sin llegar a tocarse. Concentraos en el campo de
energía que se forma entre ellas. Notaréis como si hubiera algo físico en medio
que genera calor. Cuando notéis que ese calor va aumentando, id separando las
manos poco a poco, y formad con esa energía una bola. Una vez que la sintáis
parte de vosotros, jugad a acercarla y alejarla, a engrandecerla y a achicarla,
¿la sentís? ¿qué experimentáis? ¿de qué color es? ¿hasta dónde habéis
conseguido expandirla?
Sí es un poco como Goku en Bola de Dragón Z,
pero los que hayáis practicado tai chi
sabréis de lo que hablo.
El caso es que somos
y emitimos energía, unos más y
otros menos, unos positiva y otros negativa, y…. también absorbemos energía.
De esto último soy muy consciente. Yo siempre digo que
nací con la batería defectuosa, que tengo los vasos comunicados.
No sé mucho (vamos nada) de mecánica, pero una vez
me falló la batería del coche y los del taller me explicaron qué le pasaba: ¡tenía
los vasos comunicados!, que así como una batería se va recargando cuando
conducimos, y mantiene esa energía (o perdiendo muy poquita) cuando está parado
el coche; con los vasos comunicados al estar parado se pierde rápidamente y ya
no arranca salvo que se le meta una inyección
de energía (lo de las pinzas) y vuelva a recargarse con el movimiento. Y
claro, como así no se puede estar, tocó cambiarle la batería.
Desgraciadamente no hay baterías de recambio para
los humanos. Y por eso, he de estar en continuo movimiento para mantener la batería cargada, además de rodearme de
buenas pinzas para recibir inyecciones de energía con las que
recargarme en casos extremos y poder seguir adelante. Porque si me dejara acabaría apoltronada en el
sofá sin levantar un dedo e iría arrastrándome por la vida.
Porque no sé si os habréis dado cuenta que se puede
clasificar a la gente en grupos
energéticos, están los…
1.
Soles:
llenos de energía positiva, tanta que la irradian beneficiando a aquellos que
están a su alrededor; siempre alegres y sonrientes, además de activos las 25
horas del día ;-D
2.
Darth Vaders: el extremo opuesto, llenos de energía negativa, la irradian por los 4
costados y arrastran a su lado oscuro
a todo aquel que entre en su radio de acción.
3.
Vampiros:
absorben la energía de los demás dejando un sentimiento de desesperación, como
“un vacío en el alma”, allá por donde vayan. Son difíciles de reconocer a
simple vista hasta que no se ha sufrido
sus efectos.
4.
Montañas rusas: un momento son soles, al siguiente darth vaders, acto seguido soles
otra vez, generan caos allá por donde van, arrasando la energía cual tornados.
5.
Baterías defectuosas: gente como yo, que nació con los vasos comunicados, con poca energía
salvo que esté en constante movimiento
(físico, mental, emocional), o la recargue gracias a los soles que la rodean y
que debe huir de los otros 3 grupos pues le resultan mortales energéticamente hablando.
Estos son los principales grupos que distingo yo,
¿los reconocéis? ¿añadiríais alguno más?
El caso es que somos energía, positiva o negativa,
y como sostienen las teorías
positivistas tan de boga últimamente: hemos de emitir y rodearnos de
energía positiva, para atraer energía positiva a nuestras vidas; e intentar
alejar la negativa, pues sólo atraerá negatividad. Esta es la ley de la atracción, con la cual
comulgo desde hace tiempo.
Por ello, el otoño es tan malo para mí (me descarga
mucho la batería) y por ello, voy a hacer como los girasoles, giraré hacia mis
soles para Disfrutar del Momento con
la batería al 100% de energía positiva ;-P
Besazos!!
No se me había ocurrido lo de los grupos energéticos. Yo conocía a los "vámpiros" por el nombre de "parásitos" gente que te quita la energía o lo intenta. :)
ResponderEliminarY piensa que el otoño tiene muchas cosas buenas que hacen que esa batería que se descarga, vaya para arriba. Ya estás haciendo una lista de cosas muy positivas, aunque sean pocas. Pero yo creo que te pueden ayudar a sacar una sonrisa y esa sonrisa es la que recarga. Un besazooooo muy fuerte!!