Muy
buenas!!
No
sé si os habéis dado cuenta, pero con los años nos vamos volviendo más
rutinarios, más repetitivos y también más resistentes al cambio. Llega un
momento en el que una vez que tenemos trabajo, pareja, familia, … nos volvemos
comodones, entramos en eso que llaman la zona
de confort y que no nos saquen de ella!!
Y
ya si tenemos un trabajo un pelín rutinario, de esos que a veces vamos notando
como una a una nuestras neuronas empiezan a morirse de aburrimiento… ya es que
vamos como autómatas.
Quién
no se ha levantado por la mañana con el piloto automático puesto, ha cogido el
coche, ha llegado al trabajo y se ha preguntado: ¿y cómo he llegado yo aquí?
Y
si no hacemos algo para romper con esa rutina, acaban pasándosenos los días sin
enterarnos, y lo que es peor se nos escapa la
vida sin disfrutarla!!
Por
ello debemos evitar en todo lo posible caer en la rutina, porque sino puede
llegar un momento, como me ha llegado a pasar a mí alguna vez, en que el más
mínimo cambio en dicha rutina llegue a bloquearnos.
Es
llegar a casa y que al esperar encontrarla calentita en invierno, esté helada
porque se ha roto un radiador, o ir por la carretera y ante un accidente te
desvíen por un camino diferente al que sigues siempre, o que te llame una amiga
a quien no veías hace tiempo para quedar ese mismo día y….¡¡¡decir que no porque un cambio así de
brusco en la rutina te suponga un ataque de ansiedad!!! Mejor otro día y así
irlo asumiendo poco a poco para poder afrontar el cambio, ¿no?
Y
es que con los años es como si los procesos mentales, o lo que sea, se
volvieran más rígidos. Es como cuando el bosque está virgen y la gente para ir a
donde sea tiene que atravesarlo. Al principio podemos ir cada vez por un sitio
porque hay maleza por todos los sitios y nos cuesta lo mismo ir por un sitio
que por otro y así descubrimos cosas nuevas, sitios nuevos, …, pero cuando con
el tiempo ha habido más gente que ha ido por un camino que por otro, éste está
más despejado y nos es más cómodo, por lo cual dejamos de ir por otros camino
que acaban siendo reclamados por el bosque. Desaparecen, nos olvidamos de ellos
y que no nos hagan atravesar de noche el bosque por otro sitio que no sea ese, que
nos morimos de miedo.
Pues
para evitar que pase eso lo que nos aconsejan es que intentemos hacer siempre
algo nuevo: que cambiemos de emisora en la radio, que vayamos al trabajo por un
camino diferente, que si tomamos todos los días el café a las 10, lo tomemos un
día a las 11, otro a las 9:45, … En definitiva, que rompamos la rutina. Y que
si nos llaman para salir en media hora, que NI SI QUIERA NOS LO PENSEMOS, que
nos pongamos los zapatos, cojamos el bolso y salgamos a tomar algo o dar un
paseo.
Por
mínimo que sea, debemos incorporar (o intentar) un pequeño cambio todos los
días a nuestra rutina. Al ser nosotros los que rompamos nuestra rutina, luego
no nos resultará tan traumático cuando causas externas a nosotros nos la
rompan.
Al
introducir esos cambios, introducimos lo imprevisto en nuestra vida, salimos del
modo piloto automático, y empezamos a
ver otra vez por dónde pasamos, descubrimos caminos nuevos, personas nuevas,
sitios nuevos. Y al despertarnos de ese
amodorramiento volvemos a sentir que estamos vivos, en vez de angustiarnos,
disfrutamos de lo nuevo y, por tanto, Disfrutamos
del Momento.
Porque
al estar abiertos a la posibilidad de los cambios, al provocar nosotros muchas
veces esos cambios, nos volvemos más activos, más abiertos y más creativos!!
Yo
gracias a mis múltiples intereses y aficiones siempre estoy aprendiendo algo
nuevo (de forma autodidacta o acudiendo a clases), pero también he de reconocer
que suelo ser muy cuadriculada lo cual,
en ocasiones, ha hecho que me cerrase a mí misma puertas y oportunidades, lo
cual luego he lametado.
Así
que a partir de ahora… intentaré introducir pequeños cambios en mi día a día
para que mi vida sea menos rígida y
más abierta a nuevas experiencias. Experiencias que me hagan sentir que soy una
persona y no un robot.
De
esta forma no temeré que a la vuelta de cada nueva esquina me vaya a encontrar
un momento estresante, agobiante, angustiante, paralizante,…. sino un Momento para Disfrutar o del que aprender algo nuevo.
Y
vosotr@s, ¿os habéis acomodado en la rutina o por el contrario no tenéis dos
días iguales?
Besos!!
¿Quieres continuar el camino? Ve al paso 15: Saborea la vida
¿Quieres recordar
el paso anterior? Ve al paso 13: Los colores de nuestra vida
Eso es verdad, nos hacemos comodos y vamos como automatas... Y si te cambian algo de lo que tenias previsto o como suele estar, te da algo! jajaja, es verdad!!!
ResponderEliminarPero vaya, tienes razon, hay que hacer cositas nuevas, cambiar algo, renovarse,... yo que se, algo que nos haga sentir vivos!!!
Un besote.
Marta ;)