Muy buenas!!
¡¡Por fin!! Por fin, terminé Los Miserables. Más de 1.300 páginas que me han
supuesto todo un reto y no porque no me haya gustado el libro. Con lo que me
gustó la película, y en su día el musical, el libro no podía estar mal, pues
normalmente siempre suele estar muchísimo mejor el libro del que sacan una
película que al revés.
Pero es que hacía mucho tiempo que no leía literatura
clásica y, la verdad, al principio me costó hacerme con el ritmo. ¡Con lo que
me gustaban a mí hace años autores como Balzac por la minuciosidad de sus
descripciones que conseguían que viera en mi mente un paisaje, una habitación,
un personaje como si fueran reales!
Pero ahora mismo, después de tanta literatura moderna llena de páginas pero
vacía de imágenes, cuando no de argumento, me ha costado un pelín bajar el
ritmo de la lectura. Dejar de esperar que el argumento avance con el ritmo
vertiginoso al que estamos acostumbrados (y que cuando no avanzan a ese ritmo,
tendemos a aburrirnos en su lectura), para detenerme a admirar cómo Víctor Hugo
describe con todo tipo de detalle a sus personajes, su carácter, su fisionomía,
… Como ejemplo, nada más empezar dedica todo un “libro”, más de 50 páginas para
presentarnos a Monseñor Myriel, Monseñor Bienvenido (el obispo a quien Jean
Valjean roba la plata, para quien todavía no se haya leído el libro). Pues
bien, para el “pequeño” papel que juega en el argumento, le dedica tantas
páginas a presentárnoslo como es debido, para que entendamos el sentido y el
porqué de lo que hizo, y que veamos que su papel no fue tan “pequeño” ya que
tuvo tanta repercusión en el carácter de Valjean.
Sí, a veces puede parecer un poco farragosa la
lectura, pero todo ello tiene una razón y un sentido: el que entendamos el
contexto de la historia, el que comprendamos el porqué y el para qué; y para
mí, principalmente el que me sumerja al 100% en una época pasada y viva la
historia desde dentro como si fuera, no un personaje más, ya que no me he
sentido identificada con ningún personaje en particular, pero sí como un
observador, presente en todo momento.
Eso sí, una vez cogido el ritmo el libro me enganchó
por completo. Hacía tiempo que no cogía un libro con tantas ganas (pese a
saberme ya el final) que me hiciera sacar minutos de donde fuera para leer.
¡Hasta los 10 minutos de desayuno en la oficina los aprovechaba para leer! Mis
mandarinas, mi yogurt y MI LIBRO. ¡Todo un número, vamos!
Por otro lado he de reconocer que hubo partes que se
me hicieron un pelín (por no decir bastante) tediosas como cuando describe con
toda minuciosidad la batalla de Waterloo, hace una disertación del calé o nos pinta con todo lujo de
detalles el sistema de alcantarillado del París de mediados del s. XIX.
Información más que interesante, pero que en ocasiones no aportaba demasiado al
avance de la trama.
Aun así, no la desdeño porque son detalles que pintan el escenario, el ambiente en el
que se mueven los personajes.
En cuanto a la trama, aunque la película es una buena
adaptación del libro y no se han hecho grandes cambios o han fusionado tres personajes en uno como he
llegado a ver en algún caso, sí que hay omisiones o cambios que aunque no son
muy grandes probablemente hubieran hecho que la película/musical hubiera estado
todavía mejor.
¡Qué bellas palabras y cuanta razón!
En definitiva, si tenéis el valor y la fortaleza de
mente para leerlo después de lo dicho
(je, je), os animo a que lo leáis más como un ensayo sobre la historia,
costumbres, mentalidad, etc., de la época que como una novela.
Y vosotr@s lo habéis leído, ¿os ha gustado?
El próximo libro en #ClubdeLectura….tranquilos que no va a ser Ana Karenina (que la leí hace siglos y me gustó tan poco como la
película), ni Grandes Esperanzas
(que he leído varias veces y me encanta). Después de Los Miserables, necesito algo más ligerito, así que ¿os animáis con Si me dices ven lo dejo todo,
pero… dime ven de Albert
Espinosa?
Besos!!
Yo ese libró no me lo he leído aunque como tu, he visto el musical y la peli. Y tienes razón, hace no mucho intenté releerme La Regenta y se me hizo demasiado lenta, por no decir que me resultaba por momentos aburrida por lo lenta de la narración con tanta descripción y es que como muy bien dices, ya no estamos "acostumbrados" a este tipo de literatura.
ResponderEliminarSinceramente ahora mismo no tengo las ganas ni el tiempo para leerme un libro de 1300 páginas taaaaaan descriptivas. Así qué me uniré al siguiente q creo q ya me he leído.... Tendré q refrescar memoria leyéndolo de nuevo.
Bss
Ja, ja, ja...yo también he empezado un par de veces La Rengenta y un par de veces se quedó ahí. Pero no desisto de ello. Se que para la literatura clásica he de estar de un determinado "estado de ánimo". Probablemente lo intente otra vez este verano, estando de vacaciones, cuando relajo el ritmo. A ver si yendo yo más despacio, poniendome al ritmo lento de la trama... Ya veremos.
EliminarBesos!!