jueves, 23 de mayo de 2013

Miss Labores… de bolillos: Pañuelo de Novia (1)



 
Muy buenas!!
 
¡¡No tengo solución!! Terminado el abanico de bolillos (aquí), me proponía retomar las muñecas Tilda (aquí) a ver si les daba un buen empujón y así ir cumpliendo uno de mis propósitos para el 2013: terminar todas las labores que tengo empezadas, o… por lo menos la gran mayoría.
 
Pero como os decía: ¡¡NO TENGO SOLUCIÓN!!  Porque recién terminada una labor (si no antes) ya tengo en mente las siguientes tropocientas que quiero hacer. Claro, ¿así como voy a terminar todas las que tengo empezadas?

 
Y desde hace años ya quería hacer un Pañuelo de Novia. Y no, no me pongáis esa mirada de… que me han puesto en mi familia. No hay segundas lecturas. 
 
Un Pañuelo de Novia es una labor preciosa, tanto para que la luzca una novia en su mano, como para adornar la bandejita en la que se llevan las arras, como para posteriormente o SIN el posteriormente, almidonar un poco y enmarcar.
 
Os aseguro que es el resultado final es una única y delicada obra de arte que luce preciosa allá donde la coloquemos.
 
Pero no adelantemos acontecimientos, que antes de llegar al resultado final, hay que empezar por el principio.
 
Y el principio consiste en elegir el pañuelo que se quiere hacer. Yo he elegido el de la foto de portada que mide aproximadamente unos 30 x 30 cm en total y el ancho del encaje es de unos 12,5 cm aproximadamente. Es de la revista Labores del Hogar. Desgraciadamente no os puedo decir qué número de la revista es porque hace años me dio por reunir en una carpeta todos los picados de bolillos y… no se me ocurrió anotar de qué número procedía. Lo siento chicas, aunque si alguna quiere hacerlo que me lo pida y le envío fotocopia.
 
 
 
Una vez elegido el modelo, hay que agenciarse todo el material necesario: mundillo (en este caso el redondo plano), hilo para encaje núm. 50, 160 bolillos, alfileres, pañuelos, ironfix (o como se llame).
 
 
 
Tras fotocopiar y montar el picado del pañuelo, porque normalmente suele venir ¼ o ½, se le pone encima ironfix de color (verde o azul) para que destaquen los hilos y no nos quedemos bizcas intentando ver por donde vamos. Peeeero…. a la hora de ponerle el ironfix, ¡¡horror!! ¡¡no tenía suficiente!!
 
 
 
Así que viajecito a la papelería, al chino, al Corte Inglés, arrrggggg, ¡¡en ningún sitio tenían ironfix transparente de color!!
 
Afortunadamente, como la astucia es la madre de la necesidad (o algo parecido), volví a fotocopiar el picado en papel de color y lo forré con ironfix transparente.
 
Eso sí, os agradecería que si supierais donde venden ironfix transparente de color, me lo dijerais para hacer acopio de él para futuras labores.
 
 
En fin, una vez subsanado el problemilla, el siguiente paso es fijar el picado al mundillo con alfileres (esto está chupado, je, je).
 
Lo siguiente que hay que hacer también es facilito, pero bastante monótono. Si no recuerdo mal, ya os comenté con el abanico, que hay dos momentos que yo “odio” particularmente cuando hago encaje de bolillos: rematar los hilos al finalizar la labor y… cargar los bolillos al principio.
 
 
Porque no hay nada tan tedioso, aburrido y nada lucido como cargar 160 bolillos. Sobre todo cuando además hay que tener mucho cuidado para que no se enreden entre ellos hasta que los vayas a utilizar.
 
Comentaros que normalmente se enrollan “dos brazadas” o algo menos en cada bolillo, y según se va gastando el hilo se va rellenando. No hay que cargar demasiado el bolillo para que no se “sobe” mucho el hilo por muy limpias que tengamos las manos y pese a que se utilicen pañuelos para protegerlo.
 
En cuanto a lo de utilizar pañuelos para proteger el hilo y que no se enreden tanto los bolillos, es la “técnica” que me enseñaron y os la quería comentar, porque luego cuando vemos en la tele esas reuniones de palilleras que tienen más de 100 bolillos colgados sin que se les enreden PARA NADA, “yo me maravillo” de su destreza, pero aún así… sigo prefiriendo utilizar pañuelos para proteger los hilos.
 

 
 
Y sobre todo cuando el hilo es MÁS fino que un alfiler, que a la mínima se hace un nudo y te dejas la vista para deshacerlo SIN que se te rompa el hilo.

Ala, chic@s, os dejo que voy a seguir cargando bolillos. El próximo día ya “empezamos” la labor y os cuento más cositas.
 
 
Besos!!

¿Quieres ver mi labor anterior? Míra éste abanico que hice.

¿O prefieres ver cómo continúa? No te pierdas Pañuelo de Novia (2): Empezando la labor
 


 

2 comentarios:

  1. Madre mia Isa... que paciencia y sobre todo... que manos tienes!!!
    Me he quedado alucinada... Me parece precioso!!!
    Un besote!
    Marta ;)

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    1. Muchas gracias, pero no corras tanto, que acabo de empezarlo. :-P

      Besos!!

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